¿Por qué el
25 de noviembre es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer?
Cuando aquel viernes 25 de noviembre
de 1960 fueron asesinadas las tres hermanas, la sociedad dominicana debió de
sentir helarse la sangre. Y mucho más en el momento en que la prensa del país
intentó ocultar el hecho, convirtiéndolo en un burdo accidente de carretera, y
de esta manera lo presentó en los diarios del país.
Trujillo (Rafael Leónidas Trujillo,
24-10-1891/ 30-5-1961), el dictador dominicano, había realizado uno de sus
actos represivos a los que ya tenía acostumbrada a la sociedad dominicana,
pero, lo que no pudo adivinar, es que éste supondría el inicio de su fin (y de
su dinastía política) y se acabaría convirtiendo en un hecho digno de recuerdo
a nivel mundial y anualmente.
No había pasado un año cuando
Trujillo fue asesinado (ajusticiado decían algunos diarios), y este atentado
puso final a su vida, acabando con la dictadura.
El asesinato de las hermanas
Mirabal, y su intento de encubrimiento, supuso un hito en la visión de la mujer
y su estatus.
Así en 1981 se realizó en Bogotá
(Colombia), el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe. Y una
de las decisiones de dicho encuentro fue la de que a partir de ese mismo
momento el día 25 de noviembre (recordatorio del asesinato), sería el Día
Internacional de No Violencia contra las Mujeres.
Años más tarde, en 1993, la Asamblea
General de la Naciones aprobaría la Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer. En ella acabó definiendo la violencia hacia la mujer
como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado
posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluyendo las amenazas,
la coerción y la prohibición arbitraria de libertad, suceda este hecho en la
vida pública o en la privada”.
Siguiendo en esta línea la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en su resolución 54/134 de 17 de diciembre de
1999, resolvió que a partir del año siguiente el 25 de noviembre sería la fecha
estipulada como Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la
Mujer.
Ante todo ello cabe preguntarse:
¿Quiénes eran las hermanas Mirabal?.
¿Qué sucedió?. ¿ Y cómo llegaron a ser el símbolo de violencia contra la mujer?
Las hermanas Mirabal fueron cuatro,
tres de las cuales murieron asesinadas a golpes el mismo día conjuntamente con
su chófer.
Patria Mercedes (27 febrero 1924),
Bélgica Adela (Dedé) (1 de marzo de 1925, y única superviviente), Minerva (16
de marzo de 1926) y María Teresa (15 de octubre de 1935).
Las tres hermanas eran de una
familia rural acomodada de Ojo de Agua. Realizaron sus estudios primarios en un
colegio religioso de que era reconocido como de prestigio en la zona.
La mayor, Patria, se le llamó así
al haber nacido el día de la independencia del país. Era aficionada a la
pintura, habilidad que practicó desde temprana edad. Estudió para mecanógrafa y
se casó a edad muy temprana, los 17 años. Era muy religiosa, y en principio no
era la más activista de todas, pero, era consciente de que para cambiar el
régimen era necesaria la actuación de los hombres y las mujeres del país, y por
ello se implicó en la lucha política siguiendo a Minerva, la hermana más
implicada en política.
La pequeña de las hermanas, María
Teresa, realizó estudios de agricultura y agrimensura, e intentó aplicar sus
conocimientos a las propiedades familiares. María Teresa admiraba a su hermana
Minerva por su lucha política, y ello le llevó a implicarse activamente en la
misma.
Las hermanas estaban convencidas de
que Trujillo llevaría, y estaba llevando, a su país al caos, por este motivo se
introdujeron en la lucha política clandestina, concretamente en la Agrupación
política 14 de junio (un movimiento clandestino de izquierda que luchaba contra
el dictador Trujillo, y cuyo líder era el abogado Manuel Tavárez Justo
(Manolo), marido de Minerva). En dicha agrupación a las hermanas se las conocía
como “Las Mariposas”. El nombre no era casual, Minerva lo había elegido como
alias clandestino para sus actuaciones.
Por sus actividades políticas las
hermanas fueron detenidas en numerosas ocasiones, sufriendo en la cárcel todo
tipo de vejaciones y humillaciones. A Patria le confiscaron sus bienes y
pusieron en subasta pública sus propiedades.
María Teresa, conjuntamente con su
hermana Minerva, fue detenida, llevada a la cárcel de Cuarenta y posteriormente
a la de La Victoria. En ellas fueron torturadas de manera cruel.
Y Minerva, puede que fuera la causa
del gran odio hacia las hermanas por parte de Trujillo. Era la más inteligente
y también la más guapa, se atrevió a rechazar al dictador y ese fue el
principio del fin. En junio de 1949 la familia fue invitada a una fiesta con
las autoridades de la zona, en dicha fiesta estaba el dictador y rápidamente se
sintió atraído por ella. Trujillo volvió a invitar a la familia, procuró ser
amable con Minerva, pero ésta se sintió molesta por sus halagos. El dictador
realizó un tercer intento, pero fue rechazado totalmente por la Mirabal. Este
hecho ofendió a Trujillo, y tal y cómo había vaticinado su padre, esta fiesta
les acarreó graves consecuencias.
Todas las encarcelaciones,
confiscaciones, maltratos y humillaciones, no consiguieron poner fin a las
actividades políticas de las hermanas, con lo cual la dictadura, con Trujillo
al frente, dio un paso más en controlarlas.
En 1960 las hermanas, y sus maridos,
fueron acusados de atentar contra la seguridad del estado, fueron declaradas
culpables y condenadas a prisión, pero curiosamente al poco tiempo se las
liberó, no así sus parejas. Era un gesto del dictador benevolente para poder
ejercer mayor control. Pero nada más ser puestas en libertad continuaron su
actividad política. A ello debemos añadir las críticas que estaba recibiendo el
gobierno de Trujillo a nivel internacional, y el posicionamiento de algunos
países de América Latina en su contra, llegando incluso a romper relaciones
diplomáticas.
Trujillo decide acabar con todo esta
actividad opositora de las hermanas, y pone en manos de Pupo Román el acabar
definitivamente con el problema. La primera medida será trasladar sus maridos a
una cárcel más próxima. Con el pretexto de haber encontrado armas ocultas para
una posible sublevación los maridos son trasladados. Ello teóricamente
facilitaría la visita de sus mujeres a la cárcel. De ésta manera el régimen
podía preparar una emboscada en el trayecto y detener a las hermanas. El marido
de Minerva, Manolo, les sugiere, temiéndose lo peor, un cambio de vivienda, y
trasladarse a Puerto Plata.
Hay varios intentos de asaltar el
coche en el que viajan, tanto del 18 como del 22 de noviembre, pero dicho
asalto no se hace, ya que los asaltantes alegan que viajaban niños en el coche.
Así, finalmente, el 25 de noviembre, encuentran a las tres hermanas y a su
chófer, Rufino de la Cruz, siendo este su último viaje.
Las tres hermanas son retenidas en
el puente de Marapica, obligadas a punta de pistola a subirse al vehículo de
sus retenedores, se llevan también el jeep en el que habían llegado y se
dirigen a la casa, donde les esperaba el capitán Peña Rivera. Aproximadamente a
las 19,30 fueron matados los cuatro a palos, golpes y puñaladas. Se oyó gritos
durante un breve período de tiempo. Se hizo el silencio, el trabajo estaba
hecho. Colocaron los cuerpos en el jeep que fue arrojado por el precipicio. Se
hizo de nuevo el silencio.
Patria tenía 36 años, Minerva 34 y
María Teresa 25 años. Después del asesinato Trujillo ordenó confiscar sus
bienes, pero él mismo acabaría muriendo asesinado el 30 de mayo del año
siguiente.
Las Mirabal se convirtieron, muy a
pesar de ellas mismas, en un símbolo. Su casa familiar, la sociedad dominicana,
y muchas organizaciones, en centros de visita y recuerdo. Su tumba es visitada
con frecuencia y siempre, mientras vivió la hermana superviviente, Dedé, tuvo
flores.
Ellas no sólo lucharon como personas
contra un régimen político, ya que su asesinato muchos lo encuadran en el
mismo, más bien representan la lucha de la mujer en una sociedad dónde éstas
ocupaban un último puesto y en un régimen en el cual la mujer dejaba de ser un
sujeto activo para convertirse en un objeto.
En muchas ocasiones las mujeres, sin
ellas pretenderlo ni desearlo, dejan de ser sujetos para convertirse en
objetos, en cosas. Cosas de las que la familia, el marido, el grupo, el clan,
el jefe, o el propio estado en manos de un dictador, puede controlar, retener y
hacer lo que desee. Es la cosificación de la mujer lo que Trujillo estaba
haciendo, y fueron ellas, vuelvo a decir, sin pretenderlo, las que lucharon no
sólo por cambiar un régimen, sino por evitar, a toda costa esta cosificación y
convertirse en sujetos activos, y ser en cambio dueñas de su historia, de sus
acciones y de su futuro.
Por eso las mariposas siguen
revoloteando.
Fue una pura injusticia que asesinaran a las hermanas y que sigan pasando situaciones así.
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